Un espacio de oficina futurista lleno de profesionales diversos trabajando con computadoras avanzadas e interfaces de IA. En el centro, una persona se encuentra escribiendo comandos en una pantalla holográfica que muestra algoritmos complejos y visualizaciones de datos coloridas. A su alrededor, otros interactúan con cascos de realidad virtual, tabletas digitales y pantallas interactivas, colaborando en la creación de soluciones innovadoras. El ambiente es vibrante y enérgico, simbolizando la fusión de la creatividad humana con la inteligencia artificial para moldear el futuro del trabajo. La escena encapsula la esencia de una nueva era profesional donde dominar las herramientas de IA empodera a los individuos para liderar avances tecnológicos y propulsar el progreso.

La revolución de la inteligencia artificial ha introducido roles laborales innovadores como el de jefe de datos, diseñador de datos, intérprete de datos o encargado del diseño de experiencia de usuario. Estas nuevas oportunidades laborales son accesibles para individuos con perfiles más orientados a las humanidades, gracias a la capacidad de imaginar, tener un amplio conocimiento cultural y redactar con claridad para comunicarse efectivamente con la tecnología.
Análisis de The Clueless, una compañía dedicada a desarrollar modelos de inteligencia artificial.
Por ahora, las herramientas de inteligencia artificial están diseñadas para ser un complemento al esfuerzo humano, más que un reemplazo.

La inteligencia artificial (IA) marca el último hito en una serie de avances tecnológicos que prometen remodelar o incluso eliminar ciertos empleos, mientras transforman otros. Al inicio del año, el Fondo Monetario Internacional alertó que el 40% de los empleos se verían afectados por la IA, agravando la brecha de desigualdad social. Kristalina Georgieva, la directora del FMI, hizo un llamado a las naciones para desarrollar redes de apoyo que atenúen el impacto sobre la fuerza laboral.

Paralelamente, el Foro Económico Mundial estimó que, aunque esta tecnología eliminará 85 millones de trabajos para el 2050, también dará origen a 97 millones de nuevos roles. En este cruce entre la tecnología y la humanidad, emergen narrativas tanto de aquellos que predican el fin de ciertos trabajos como de quienes ven una oportunidad de integración, citando a Umberto Eco. La inteligencia artificial ya ha generado nuevos puestos como director de datos, arquitecto de datos, traductor de datos y jefe de experiencia de usuario.

Constructores y diseñadores de datos

La presencia de la IA en el ámbito laboral es ya una realidad. «Existen profesionales que se dedican a recolectar datos, otros que los administran y, finalmente, aquellos que los utilizan», explica Oleguer Sagarra, cofundador de Dribia, una firma que desde 2016 desarrolla algoritmos para optimizar operaciones empresariales, evidenciando que los 40 empleados de Dribia son resultado directo de la IA.

Copilotos

Creadores de comandos
Las herramientas de IA generativa, incluyendo ChatGPT, Dall-E y Stable Diffusion, que generan nuevo contenido a partir de instrucciones simples, comienzan a marcar una presencia indiscutible en el entorno laboral. Estas tecnologías no reemplazan el trabajo humano, sino que lo complementan, asistiendo en tareas como redacción de correos, creación de informes, diseño de presentaciones, programación web, desarrollo de algoritmos y realización de cálculos diversos.

Los empleos del futuro estarán vinculados a la sostenibilidad, ingeniería de datos, desarrollo de productos y roles frontales en inteligencia artificial. Las empresas aún exploran cómo incorporar la IA generativa en sus procesos productivos. «Existe una diferencia entre las demostraciones actuales y las aplicaciones estables».

«La IA generativa, siendo una novedad, ha creado principalmente el rol de generadores de comandos, es decir, personas que proporcionan instrucciones detalladas a estas herramientas para lograr resultados específicos. Sin embargo, este enfoque representa un riesgo considerable para las empresas al depender de algoritmos externos», añade.

Aunque aún es prematuro determinar los empleos exactos que surgirán o desaparecerán, es evidente que las industrias culturales son de las más impactadas por la IA generativa. «La IA no eliminará tu empleo, pero alguien que la maneje correctamente, podría», indica Marc Mallafré, generador de comandos en el ámbito publicitario.

«Hasta ahora, necesitaba de otros profesionales para avanzar proyectos. Hoy, puedo asumir múltiples roles gracias a la IA. Esto afecta a diversos perfiles en mi sector, mientras que otros se fortalecen», continúa.

Para interactuar efectivamente con la IA generativa en el ámbito cultural, además de las competencias técnicas, se valora la creatividad, el conocimiento cultural y la habilidad de redactar con precisión. «Escribir bien es cada vez más importante; cuanto más preciso, mejor».

Ante la pregunta de si la IA reemplazará a profesionales como ilustradores o fotógrafos, estos programas serán complementarios, no sustitutos. «Veremos un aumento de contenido generado por IA, pero lo auténtico también tendrá su espacio, quizás incluso más valorado».

La IA en el Sector Salud

En un ámbito tan delicado como el de la salud, el manejo de datos requiere gran cuidado. En Cataluña, el Departamento de Salud ha iniciado un programa innovador para promover el uso de IA en el sistema de salud, enfocándose en diagnósticos específicos y la administración adecuada de medicamentos.

«Al igual que en otros sectores, hemos integrado el rol de científico de datos y estamos explorando la generativa. Estos modelos facilitarán tareas rutinarias, permitiendo a los profesionales concentrarse en labores más creativas y tomar decisiones con mayor precisión», «El médico siempre tendrá la última palabra, pero la tecnología, basada en datos, contribuirá a mejorar la toma de decisiones».

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